Quienes crecimos en la década de los sesenta del siglo pasado en Latinoamérica, pasamos muchas horas viendo películas de vaqueros en blanco y negro, en la que con mucha frecuencia había una diligencia que inexorablemente era asaltada por vaqueros enmascarados. Años después nos enteramos que uno de los legados del lejano oeste fue ese banco que surgió a partir de esa red de transporte de personas y valores: el muy conocido Wells Fargo Bank.