Resumen
Las políticas de la Administración Trump, y algunos movimientos de los burócratas de la Eurozona, nos hacen pensar que de seguir China participando principalmente en las estructuras creadas por las economías occidentales, tendrá que vivir en una constante lucha y enfrentar continuos vetos para ganar participación de mercado en áreas de gran creación de valor como es el mundo de las tecnologías emergentes. La creación de un orden económico paralelo será la respuesta a sus predicamentos y Star Market es un primer paso en esa dirección.
El pasado 22 de julio, el grupo operador de la Bolsa de Valores de Shanghái, lanzó un nuevo mercado bursátil llamado STAR Market (Science and Technology Innovation Board) con el objeto de captar emisiones en el sector tecnológico. Es una iniciativa muy pertinente para un país que cuenta con 94 de las 326 empresas unicornios que existen a nivel mundial.
Las 25 primeras empresas cotizantes, han tenido un promedio de crecimiento en las ventas de 50% interanual en los últimos tres años, por lo que se espera un gran volumen de transacciones por parte de aquellos que apuestan al aumento de la participación del gigante asiático en los mercados de capitales internacionales. Este nuevo mercado, de momento, es pequeño, su capitalización total es del orden de 37 millardos de yuanes (5,3 millardos de dólares), mientras la de la Bolsa de Valores de Shanghái es de 4,6 billones de dólares.
Algunos ven esta nueva bolsa como un semillero de empresas para reducir, en el mediano plazo, la dependencia de este país de las empresas multinacionales en las áreas de fabricación de equipos de alta tecnología, salud y biotecnologías entre otras. STAR Market también crea un canal de inversión domestica para aquellos sectores que, por temas de seguridad nacional, están vedados a inversionistas extranjeros.
Evidentemente, este no es un movimiento aislado, el plan chino de consolidarse como el principal centro rector de la economía mundial durante el presente siglo requiere de un gran proceso de apertura de canales económicos alternativos a los que controla en la actualidad EE.UU.
Las políticas de la Administración Trump, y algunos movimientos de los burócratas de la Eurozona, nos hacen pensar que de ser seguir China participando principalmente en las estructuras creadas por las economías occidentales, tendrá que vivir en una constante lucha y enfrentar continuos vetos para ganar participación de mercado en áreas de gran creación de valor como es el mundo de las tecnologías emergentes.
¿La solución para China?: batallar en dos frentes, el conocido de la economía globalizada y uno paralelo con los países de su área de influencia. China y sus satélites tienen una gran clase media emergente con un poder adquisitivo que puede actuar de masa crítica para dar viabilidad económica a empresas nacionales de diversas áreas temáticas, sustituyendo parcialmente a las multinacionales occidentales en algunos casos, y en capturando el grueso del mercado en las nuevas áreas temáticas que recién aparecen.
Este orden paralelo requerirá de grandes volúmenes de inversión internacional, hecho que el Presidente Xi ha tenido muy claro y lo demostró con un espaldarazo temprano a Star Market en noviembre de 2018. China necesita captar nuevos flujos de capitales para desapalancarse financieramente y pagar por las cuantiosas inversiones en las tecnologías emergentes. Pero el dinero fluye cuando hay mercados financieros sofisticados con razonable liquidez de los títulos valores transados y respecto a los derechos de los accionistas pasivos y minoritarios lo que no es posible sino se logran altos estándares de gobierno corporativo.
STAR Market necesita para sobrevivir capturar nuevas ofertas públicas iniciales de compañías locales que hoy hacen su debut en bolsas internacionales, para ello es necesario permitir a empresas que han alcanzado cierto volumen de venta (escala) pero que aún no son rentables poder colocar sus acciones allí, en contraste con los altos requerimientos del resto de las bolsas chinas. Adicionalmente, sería deseable que las nuevas cotizantes pasen simplemente por un proceso de registro sin requerir autorización previa de los reguladores bursátiles que tradicionalmente retrasan los procesos en China Continental, no así en Hong Kong que tiene un mercado de capitales mucho más ágil.
Star Market atenderá en el corto plazo a inversionistas locales, pero en su evolución se incorporaran inversionistas institucionales internacionales, mostrando como irá tomando forma el mercado accionario chino de la próxima década. Quienes tienen hijos en edad escolar, el próximo verano envíenlos a campamentos donde se enseñe mandarín.
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