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Arca Análisis Económico

La inversión en épocas del Coronavirus


El mercado de valores es maniaco depresivo. -9%, 5%, -5%, -10%, 9%, y en la apertura de hoy lunes, -10%. Esos fueron los resultados diarios del mercado de valores la semana pasada y del comienzo de la semana que recién arranca respectivamente. Suficiente para darle una úlcera a la mayoría de los participantes del mercado. El coronavirus está destrozando las economías y sobrecargando los sistemas de salud en todo el mundo. Debido a la incertidumbre que implica, uno podría fácilmente argumentar dos resultados muy diferentes.


El caso optimista: tras la corrección, y superada la epidemia, el regreso del mercado alcista


Tras la terrible experiencia de Italia y España, los países de todo el mundo se toman en serio la amenaza. Se cancelan los eventos y los ciudadanos son responsables aplicando cuarentenas. Los gobiernos de todo el mundo coordinan políticas fiscales, monetarias y de atención sanitaria para hacer frente a la mayoría de las amenazas. La tasa de infección alcanza pronto su punto máximo (ya estamos viendo cómo el número de nuevas infecciones en China desciende a un solo dígito por primera vez desde que se empezó a informar a mediados de enero), con hospitales bien dotados de personal y capaces de gestionar la carga de pacientes. Se desarrollan tratamientos, se distribuyen vacunas, y la inmunidad global previene cualquier brote importante en el futuro.


Con esto, las economías y los mercados repuntan con fuerza, los ciudadanos de todo el mundo están eufóricos, y los mercados repuntan alcanzando nuevos máximos a finales de año.


El caso pesimista: las medidas para frenar la epidemia llegan tarde, caos en los mercados


Algunos países de todo el mundo se toman en serio esta amenaza, pero ya es demasiado tarde y el virus ya se ha extendido demasiado. Gran parte de la población mundial ignora las sugerencias de auto cuarentena. Los casos se suceden de forma exponencial, y los hospitales están abrumados e incapaces de manejar la carga de pacientes. Los líderes mundiales, las celebridades y los atletas no están exentos. Los tratamientos son ineficaces. Los gobiernos tratan de aplicar diversas políticas de estímulo financiero sin éxito. Anteriormente se esperaba que fuera un problema a corto plazo, las economías y los mercados sufren un impacto masivo, los ciudadanos de todo el mundo están temerosos y deprimidos, y los mercados financieros de riesgo siguen cayendo en picado. El mercado bursátil de los Estados Unidos baja un 30%.


El petróleo, los bienes raíces, el oro y la mayoría de los activos financieros también se desploman. El verano trae un cierto alivio del virus, y las economías mejoran y los mercados se estabilizan. La gente siente que la pesadilla ha terminado. Sin embargo, para el otoño el virus reaparece, provocando la desesperación de los ciudadanos del mundo y los mercados descienden a niveles de valoración no vistos desde el fondo de la crisis financiera mundial, otro 30% de descenso, y un 60% de descenso desde el pico de principios de 2020.


¿Qué escenario es el más probable?


No lo sé. Nadie lo sabe realmente, pero la realidad es probable que esté en algún punto intermedio. Pero con estas posibilidades futuras tan diferentes, muchos inversores se preguntan qué hacer y la respuesta para la mayoría de nosotros es, nada. O, como diría Jack Bogle, magnate de negocios estadounidense:


"Mi regla -y sólo es buena en el 99% de las veces, así que tengo que ser cuidadoso aquí- cuando estas crisis llegan, la mejor regla que puedes seguir no es "No te quedes ahí parado, haz algo", sino "¡No hagas algo, quédate ahí parado!"


¿Cuál es nuestra perspectiva?


Los mercados globales están experimentando grandes movimientos hacia arriba y hacia abajo y muchos inversionistas están en modo paranoia. Hoy por ejemplo, en los primeros 10 segundos posteriores a la apertura del mercado norteamericano, las acciones bajaron lo suficiente para activar los interruptores que frenan en seco las operaciones. Asimismo, se observa que los inversores expresan a través de programas televisivos y en redes sociales que los mercados están entrando en terror. Pero lo más grave que pasa con las grandes dislocaciones del mercado es que crean un estrés masivo. Emocional, financiero y probablemente de otros 10 tipos. Y estas tensiones llevan a la gente a actuar como locos por el dinero.


Es este punto es importante contar con un plan, y además, tener la disciplina necesaria para adherirse al mismo. Lo recomendable no es estar pegado al monitor de cotizaciones, esto no agrega valor. El 2019 fue un año excesivamente positivo para el mercado, en el que gozamos del periodo alcista más extenso en la historia tras haber superado hace una década la gran recesión. Por lo que en este momento de caída, sería importante recordar que las economías no crecen en línea recta sino a través de subidas y bajadas (ciclos económicos), y que resulta imperativo entender esto en el contexto que estamos atravesando.


Por otro lado, hay que intentar no agobiarse con la búsqueda del momento perfecto para añadir posiciones a nuestros portafolios durante la caída. Por ejemplo, digamos que fuiste un inversor prudente, que tuviste oportunidad de ir amasando una reserva de dinero listo para invertir en la siguiente crisis, pero en estos momentos te encuentras preguntándote: ¿cuándo empiezo a comprar? Por supuesto, no es una pregunta fácil de responder.


Después de todo, si los mercados repuntan rápidamente, la respuesta es "ahora". Pero si el coronavirus está destinado a golpearnos con una segunda ola en otoño, y los mercados caen otro 30%, entonces una inversión hoy sería prematura y bastante dolorosa.


Una vez más, nadie tiene una bola de cristal, por lo que nadie puede cronometrar los mercados perfectamente, así que deja de hacer esa demanda de ti mismo. Tal vez el mejor enfoque es simplemente considerar a qué niveles de la caída sería apropiado ir entrando paulatinamente en el mercado. Y, la cuestión no es sentirse cómodo, sino sentirlo "apropiado". Después de todo, probablemente todos sentirán miedo de poner dinero en el mercado en cualquier momento del futuro cercano dada esta volatilidad. Es por eso, que la pregunta apropiada para hacerse no es "¿es este el fondo?" sino más bien, "en cinco o diez años, ¿hay una buena posibilidad de que esté feliz de haber invertido a este nivel?"


Conclusiones: Inversión Oportunista, comprar un 1 dólar por 50 centavos


En tiempos de pánico, muchos activos pueden encontrarse a un precio más bajo que su valor intrínseco y ofrecernos un margen de seguridad apropiado para los próximos años. Además, hay un viejo adagio que profesa que hay que comprar acciones cuando hay caos en el mercado. Uno podría escalar en estos mercados con el tiempo, o tal vez esperar una señal de que el mercado se mueve por encima de la tendencia a largo plazo. Ambas cosas, me parecen razonables. De igual forma, el control emocional en estos momentos es vital. Los inversores de éxito suelen permanecer impasibles, permitiendo que la codicia y el miedo de los demás jueguen a su favor. Intenten no caer presa de sus emociones. Como diría el legendario inversor Mark Mobius: “En la inversión value, el dinero se hace siempre después de un crash, no antes.”


Autor: Jose Miguel Farias, Director de Finanzas de Rendivalores – Gestor de Fondos Arca Asset Management.

 

La información, comentarios y análisis de nuestros especialistas tienen un carácter meramente informativo y no constituyen un análisis exhaustivo de los aspectos tratados. La información suministrada no puede ser considerada como una asesoría financiera o de inversión.

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