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Arca Análisis Económico

Llora por mi Argentina



Resumen

Hay momentos que uno siente que Argentina es la gran ópera rock de los mercados emergentes, condenada a repetirse una y otra vez. Llámese, Evita, Isabelita, Cristina o el nombre de la carismática presidenta o primera dama del momento el argumento siempre es el mismo.

 

Un país se entrega a un líder mesiánico que le propone un proyecto político-económico que evitará que un pasado terrible vuelva a repetirse, y a partir de allí le llevará por la senda del crecimiento y la justicia social. Los líderes de derecha proponen recomenzar saneando las finanzas públicas, recuperando el acceso a los mercados financieros internacionales, revisando estructuras impositivas y regulatorias, recortando costos, gastos y subsidios. Los líderes de izquierda tratando de resolver los desajuste causados por la “derecha anterior”.


Estas idas y venidas terminan generando un sistema inestable donde una agenda de crecimiento económico de largo plazo es insostenible por falta de políticas económicas claras, fuentes de financiamiento confiables y una colección de frentes de vulnerabilidad desarrolladas a lo largo de las sucesivas crisis (fuga de talentos, subcapitalización de planes de retiro, desnutrición, desempleo crónico, ausencia del estado en las zonas de barrios, etc.), sin olvidar la volatilidad de los tipos de cambio y de las tasas de interés en moneda dura.


Fuente: Banco Central de la República Argentina


El tipo de cambio peso argentino / dólar ha experimentado una significativa volatilidad en los últimos dos años. Primero, debido a la percepción de riesgo que los inversionistas tuvieron sobre los mercados emergentes a lo largo de 2018, luego, debido a las perspectivas de desempeño económico del país en ocasión de las elecciones presidenciales de octubre. 


 

La nueva versión de esta ópera rock, trae un ajuste interesante de la trama: la crisis estalla en lo que los politólogos llaman un “lame duck ” que es aquel periodo en que un oficial electo ocupa su cargo conociéndose ya por quien será sustituido, formalmente este no es el caso del presidente Macri, pero a todo efecto práctico si lo es. El potencial ganador de las elecciones, el Sr. Fernández se debate entre tener una victoria electoral abrumadora y comienzo de gobierno dificilísimo. O colaborar con el régimen actual para no agudizar la crisis y perder algo, o tal vez mucho, apoyo electoral en el intento.


Sobre las posibles actuaciones del candidato Fernández todo es especulación. Se piensa que podría hacer un trueque de la deuda actual por bonos que contengan una compensación adicional sí el país logra a futuro un desempeño positivo, tal como existía con los bonos Brady venezolanos en escenarios de alza del petróleo, y como lo hicieron las administraciones de los Kirchner-Fernández en los años 2005 y 2010.


A todo efecto práctico el gobierno argentino ya cayó en una cesación de pagos (default), ya que el reperfilamiento de la deuda (cambio en el cronograma inicial de pagos de la deuda soberana tanto en divisas como en moneda local), y la caída de precios de los títulos públicos a niveles default así lo muestran. La devaluación del peso frente al dólar de más del 50 por ciento y la caída del mercado bursátil del orden del 70 por ciento sugieren lo peor en buena medida ya se materializó, al menos para los inversionistas internacionales.



Fuente: Rava Bursátil S. A.


La tasa interna de retorno (o rendimiento al vencimiento) de los bonos de argentina es comparable al rendimiento que exhiben títulos cuyos emisores están en default o cesación de pagos. Un refinanciamiento en estas condiciones sería particularmente costoso para la nación austral.


 

¿Qué nubes sombrías cubren el horizonte?


La posible implantación de un férreo control de cambios, que en este momento solo existe para grandes transacciones que involucran bancos y empresas no financieras que deben repatriar el producto de sus exportaciones, y solicitar permiso para adquirir divisas, y la incertidumbre de la ausencia de un interlocutor válido hasta que se produzca la contienda electoral del próximo 27 de octubre.


Los que no han comprado aun títulos argentinos deben entender que esta es una apuesta riesgosa cuyos frutos, si acaso se recogerán en el mediano plazo. Para los que tienen papeles argentinos, la respuesta es no lanzarse al mar (vender) en el medio de la tormenta, sino esperar a que esta pase, porque sobrevivirán aunque con lesiones, como dice la letra de un tango que aún no se ha escrito.

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