Resumen
Mohamed El-Erian, el Economista Jefe de Allianz, identifica cinco axiomas sobre los cuales se han construido las estrategias de inversión de los inversionistas institucionales en la última década, y que podrían dejar de tener vigencia en los próximos años. El primer axioma sostiene que la globalización se basa en la expansión de los mercados y en el incremento de las eficiencias. El segundo, postula que las economías emergentes van cerrando la brecha con sus pares de los países desarrollados, gracias a las reformas que promueve la globalización. El tercero, propone que una robusta oferta de liquidez, es el ancla que mantiene firmes los mercados financieros. El cuarto, es el de que gracias a la efectividad de las políticas del primer mundo, la economía mundial ha reducido el riesgo de una gran contracción. El quinto y último, es que el buen gobierno corporativo dará apoyo a un régimen de mercado cimentado en el imperio de la ley.
Los cinco axiomas de Mohamed El-Erian
Mohamed El-Erian (ME-E) es sin duda alguna uno de los grandes formadores de opinión dentro del entorno financiero internacional. El Economista Jefe de Allianz siempre atento a los cambios de tendencias en el complejo mundo de las inversiones, señaló en su columna mensual del mes de noviembre de 2019 en The Financial Times cinco axiomas sobre los cuales se han construido las estrategias de inversión de los inversionistas institucionales, y que podrían dejar de tener vigencia en los próximos años.
El primer axioma sostiene que la globalización se basa en la expansión de los mercados y en el incremento de las eficiencias. El segundo, postula que las economías emergentes van cerrando la brecha con sus pares de los países desarrollados, gracias a las reformas que promueve la globalización. El tercero, propone que una robusta oferta de liquidez, es el ancla que mantiene firmes los mercados financieros. El cuarto, es el de que gracias a la efectividad de las políticas del primer mundo, la economía mundial ha reducido el riesgo de una gran contracción. El quinto y último, es que el buen gobierno corporativo dará apoyo a un régimen de mercado cimentado en el imperio de la ley.
En opinión de ME-E, hay una alta probabilidad de que se produzca un retroceso en el proceso de la globalización causado por un crecimiento mediocre que no satisface las expectativas de los grupos de menores ingresos a nivel mundial, lo que conlleva a un aumento de la conflictividad al interior de los países.
La desglobalización reduce la posibilidad de que los países emergentes se apoyen en los flujos comerciales globales para desarrollar sus economías locales, además de promover la asignación ineficiente de recursos debido a las restricciones en los movimientos de capitales y las barreras arancelarias.
Esta tendencia es reforzada por el reducido radio de acción que tienen los bancos centrales de los países desarrollados para seguir inyectando generosamente liquidez en sus economías nacionales. Para nadie es un secreto que la reducción de liquidez en el primer mundo causa efectos colaterales negativos en las economías emergentes.
Hasta ahora esta distorsión en la oferta de liquidez ha favorecido a los inversionistas institucionales, permitiéndoles obtener altos retornos en contextos de baja volatilidad explicada por la expectativa de que los bancos centrales inyectarán toda la liquidez que haga falta para evitar que los mercados financieros se salgan de su curso.
Cuando los axiomas se dejen de cumplir, los inversionistas comenzarán a vivir situaciones de riesgos asimétricos, donde los potenciales retornos no son suficientes para compensar los riegos asumidos. Esto lo entienden bien, quienes han tenido efectivo disponible y la intensión de comprar acciones estadounidenses en el 2019, más no han encontrado el momento oportuno para hacerlo, pues pocos se atreven a entrar en lo que podría ser el final de un mercado alcista que en pocos meses podría cumplir 11 años de existencia.
En este contexto de caducidad de axiomas, ME-E recomienda rebalancear los portafolios institucionales tomando como referencia información producida por los analistas económicos y por especialistas en ciencias conductuales que pueden clarificar el impacto de este fenómeno desglobalizante en sectores industriales específicos. Esto se traduce en muchos casos en reducir la exposición a acciones y bonos de oferta pública, y participar en operaciones de crédito directa a actividades de la economía real, como puede ser el financiamiento de oleoductos o infraestructura portuaria.
El autor sostiene que aunque no hay certidumbre absoluta sobre la caducidad de los axiomas mencionados, los inversionistas institucionales deben permitir en sus construcciones de escenarios el considerar que los eventos alguna vez considerados impensables, pueden pasar a ser realidades cotidianas.
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